Al
volver a Joyful, Emma Frasier se encontró con las sonrisas lujuriosas y
los guiños que cualquiera le dedicaría... a una estrella del cine
erótico.
Gracias
a los chismorreos propios de un pequeño pueblo, los habitantes de
Joyful creían que Emma Jean era la «famosa estrella» que iba a abrir un
club de striptease en el pueblo. Y sus evidentes atributos adornaban una
enorme valla publicitaria.
Por
si el hecho de que la confundieran con una reina del cine para adultos
no fuera lo bastante inquietante, estaba Johnny Walker, el antiguo chico
malo del pueblo que ahora era bueno... y que pretendía que Emma fuera
tan «mala» como todos creían que era.
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